En el bloque “Participación, convivencia y aprendizaje”
comenzamos con la tertulia pedagógica
basada en la lectura de diferentes textos relacionados con el tema.
Señalaba que” la participación de la comunidad
va asociada a conceptos como democracia, ciudadanía y derechos
universales. Pienso que es en el marco de una sociedad democrática, con
unos ciudadanos activos y críticos, donde pueden tener realización modelos como
el comunitario en el que, equipo docente, familias, alumnos,
miembros de la comunidad local, asociaciones, servicios sociales, etc,
estén comprometidos con la adopción de decisiones y acciones que partan
de un análisis de su entorno, para dar respuestas diferenciadas a los
posibles conflictos, con normas y valores que reflejen la
diversidad cultural presente en el centro concreto”.
El análisis que realicé de un centro educativo es bastante negativo, pero refleja claramente la realidad de centros educativos anclados en el pasado y en la tradición, donde la enseñanza es algo que ocurre a puerta cerrada, donde el que detenta el conocimiento es el profesor y el alumno es receptor pasivo, domde el único recurso es el libro de texto y donde las diferencias se convierten en deficiencias a tratar de manera excluyente en grupos de apoyo compensatorios o similares y con estrategias, recursos, diagnósticos y evaluaciones sesgadas y alejadas de sus referentes familiares, sociales, personales y culturales. En este modelo ni las familias ni la comunidad son bienvenidas.
Es por eso que mi sueño tiene relación con la idea de contar con el alumno como un recurso valioso y con capacidad de participar activamente en su aprendizaje.
En el debate sobre debilidades y fortalezas hay un punto común en las infografías que he visto y en la mía,
se trata de una debilidad que tiene que ver con las familias y su participación. Se
refleja una realidad: la poca participación de las familias. La cuestión es
determinar claramente la causa de tan poca participación sin quedarnos en
acusar a las familias de desinterés o falta de tiempo.
Partimos de la idea de que en un modelo comunitario y
participativo, la familia es un elemento central, se trata entonces de promover
cambios para conseguir su implicación
activa en toda la vida escolar. No
hablamos de lo que tradicionalmente se ha considerado participación de las
familias: presencia en el consejo escolar, participación a través del AMPA,
asistencia a reuniones y poco más. Se trata de una participación activa en la
misma organización y planificación del centro y en el proceso de enseñanza/aprendizaje.
Esto implica una nueva concepción de la educación en la que se entienda que toda la comunidad
puede y debe construir su propia escuela
y contribuir al éxito escolar de todo el alumnado. Entiendo que para iniciar el
cambio hay que plantear un sueño y a partir de ahí abrir el debate, la
planificación y la formación que lleve
al nuevo modelo.
Es importante partir del análisis de la realidad del
centro, en aspectos como el aprendizaje, la convivencia, el diálogo y la participación para localizar de un lado
las debilidades, es decir lo que impide avanzar hacia un modelo inclusivo y
comunitario en la mejora de la convivencia
y de otro lado, las fortalezas que se
pueden encontrar en cualquier centro educativo y que permiten iniciar el camino para
conseguir el sueño comunitario y participativo que a su vez incide en la
mejora en la convivencia.
DEBILIDADES
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FORTALEZAS
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Poca
participación de las familias.
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AMPA
activo.
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Maestras
tradicionales que impiden cambios.
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Grupo
de maestros dispuestos a innovar.
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Equipo
directivo no actúa como líder.
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Equipo
directivo nuevo con actitudes democráticas,
dialogante.
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